Te hace falta inspiración
Eres lo que comes, dicen. Pues eso también aplica para tu mente.
Si todos los días lo que le das de comer a tu cerebro son noticias de corrupción, asesinatos, narcotráfico, problemas económicos, hambre, pobreza y muchas, muchas quejas de todo y por todo de la gente en las redes sociales, ¿qué crees que pueda salir de tu mente?
Si les das basura sólo producirás basura.
Por supuesto que no estoy diciendo que todos estos problemas no existan o que no importen. Soy periodista y, como tal, considero una responsabilidad estar informado de lo que pasa en México y el mundo. Pero, ¡aguas! Lo que publican los medios no es toda la realidad, sino sólo una parte, la parte más fea y dura de esa realidad porque los medios viven (sobreviven) de vender malas noticias. Así ha sido siempre.
Es más: estoy convencido que lo que publican los medios, sumado a las quejas al pormayor de las redes, apenas representan un 20% de la realidad. El otro 80% no está ni en los medios ni en social media.
En este contexto, la inspiración se vuelve vital para darle los alimentos correctos a tu mente, para ayudarle a crear nuevas cosas que hagan mejor tu vida y la del mundo.
Según cualquier diccionario común, inspiración es aquel “estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto”.
Nunca he estado de acuerdo con esta definición, que me parece incompleta y superflua. Comprobé mis ideas en un reciente evento organizado por RedBox Innovation, en el que Ivonne Gama y Edwin García, que dirigen RedBox US, hablaron de la “ciencia de la inspiración”, es decir, que tenga un método que genere un proceso y que dé resultados.
Para ellos, sin inspiración, no existe la “materia prima” de la creación y de la innovación. “La inspiración es un agente masivo de cambio en los negocios”, dicen.
Un por qué y un para qué
Además de buscar un método para inspirarnos de forma permanente y productiva, yo veo la inspiración como la conexión con tu “por qué” y tu “para qué”.
Me explico: cuando estás expuesto a los estímulos adecuados, o sea, a la mejor comida que puedas darle a tu mente, es más fácil que conectes con tu razón y tu propósito para hacer las cosas. No te levantas todos los días por un sueldo o un cliente nuevo, sino por darle lo mejor a tu familia. No tienes uno o varios negocios para enriquecerte, sino para ayudar a resolver un problema de la sociedad y el planeta.
¿Por qué? Porque quieres trascender y honrar a tus padres y a todos tus ancestros que han hecho que tú llegues hasta aquí. ¿Para qué? Para dejar un mundo mejor.
Si sabes por qué y para qué, sabes que debes buscar talleres, podcast, libros, conferencias, historias y conversaciones que te alimenten el cerebro y el corazón para dar todos los días lo mejor de ti.
Sin inspiración no podrás crear cosas nuevas, ni intentar ser mejor, ni cambiar nada. Busca inspirarte más cada día y sé tú mismo fuente de inspiración para otros, pues como dijo el mítico CEO de General Electric, Jack Welch Jr: “Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder.”
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