Que los demás cuenten tu historia
El sabor de las galletas que la abuela llevaba cada Navidad fue su primera inspiración. La receta no le salió muy bien a Diego y le quedaron una especie de barritas.
Con ese incipiente producto mínimo viable comenzó todo. Eran cuatro chavos que estudiaban en la universidad y querían emprender, así que juntaron 10,000 pesos, 2,500 cada uno, para arrancar. Compraron un costal de avena, una selladora de pedal y un horno para la producción.
“Con mucha ingenuidad y con ganas de salir adelante empezamos a venderlas en la escuela y en cremerías hace 12 años”, cuenta Diego Reyes, uno de los fundadores de Barrinolas.
Los primeros 10 años de la empresa no tuvieron ninguna ganancia porque todo lo reinvertían en el negocio, pero hoy ya venden en Nutrisa, Sam’s, Walmart, Oxxo, 7-Eleven, Farmacias del Ahorro, Benavides, Soriana y muchos puntos de venta más.
“Obviamente recibimos muchos ‘nos’ en el proceso y los seguimos recibiendo; hay cadenas que seguimos tocando la puerta y no logramos abrirla, y es parte de esa resiliencia de seguir yendo”, dice Diego.
Además de su historia de esfuerzo, a estos emprendedores los distingue que, desde que nació su empresa, se han enfocado en procesos sustentables y en generar un impacto social. Hacen donativos a bancos de alimentos, usan energía solar y priorizan el trabajo de mujeres cabeza de familias.
Diego y sus amigos siguen con el sueño de llevar sus productos a más lugares e, incluso, crecer su oferta, pues están por lanzar su primer cereal con 17 gramos de proteínas y sin azúcar.
“Hoy empezamos a poner un piecito en Estados Unidos. En esa primera expo que me tocó ir, me sentí como mi yo de hace 12 años, con mi cajita de barritas pidiendo opiniones y todos me decían que no, que no me iba a pegar”, dice.
En esta etapa de expansión, dice, su reto es de comunicación y marketing, pues compiten en los anaqueles con cientos de marcas y tienen muy pocos recursos para publicidad.
“Yo trato de hacer siempre el producto con la mejor calidad, mejor nutrimentalmente, aunque yo llevo menos margen, quizá, porque estoy metiéndole mejores productos, ¿cómo comunico eso?”, se cuestiona Diego.
Propósito y constancia
El reto de Diego se parece al de muchas pequeñas y medianas empresas, pues su producto compite con marcas globales que tienen millones de dólares de presupuesto para publicidad.
Sin embargo, en un mundo saturado por mensajes de todo tipo, las empresas pequeñas y startups sí pueden desarrollar herramientas que los conecten con sus consumidores, dice Santiago Aguilera, director de Asuntos Externos y Corporativos de Mondelez Snacking México.
Ante el reto de comunicación y marketing de Barrinolas y de muchas pymes y startups, Santiago comparte algunas ideas para conectar y enamorar a tus audiencias e, incluso, lograr que tus stakeholders hablen bien de ti:
- Cuenta tu historia de esfuerzo y trabajo a los demás, pues lograrás una conexión emocional con ellos.
- Comunica siempre tu propósito con claridad: por qué empezaste este negocio, qué huella positiva quieres dejar en el mundo.
- Pon al consumidor siempre al centro de todas tus decisiones.
- La constancia y la coherencia en tu comunicación son claves para lograr el conocimiento y reconocimiento de tu empresa y de tus marcas.
- Cuéntales a tus clientes de tu compromiso social y ambiental, diles lo que haces bien por la sociedad y el planeta.
- Crea una reputación a base de confianza en lo que haces y cómo lo haces. La transparencia es vital para que esa confianza jamás se pierda.
“La gente no busca sólo el producto, busca la confianza que ese producto le genera, busca la historia que está detrás de ese producto y, sobre todo, la conexión que genera con su vida y con su entorno”, dice Santiago.
Una vez que tu equipo interno, clientes, inversionistas y proveedores confían en ti y en lo que haces se convertirán en tus mejores voceros y promotores, dice. “Lo mejor es empoderar a la gente para que hable de ti, que cuente sus historias. Las historias más auténticas son las que vienen desde la convicción, desde la persona que trabaja contigo y que es fiel creyente de los valores de la empresa, hasta el consumidor que tiene confianza en lo que representas”.
A nivel global, más de 60% de la gente está dispuesta a pagar más por un producto cuando hay una historia detrás de compromiso social, de bienestar emocional y de ética, dice Santiago. Por eso, si tienes un negocio del tamaño que sea hay algo que nunca debes olvidar: “El consumidor hoy es más activo que nunca y premia o castiga a las empresas por la manera como nos comportamos.”
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