Sin alianzas no hay negocio
Llevaba muchos años trabajando en la industria de la maquinaria para la construcción y todos esos años había una situación que no cambiaba: las personas que construían las casas (como albañiles y plomeros) no tenían acceso a una casa digna. Vivían en los alrededores y dormían en casas de lámina de cartón, con pisos de tierra.
“Los que hacen casas no tienen casa”, dice Francesco Piazzesi. Por eso decidió dar un vuelco completo a su vida. Se enamoró de un problema: la falta de vivienda digna para las personas de más bajos recursos.
En México hay un déficit de más de 9 millones de viviendas y se necesitan más de 1,800 millones de casas en todo el mundo.
La pregunta que se hizo fue: ¿cómo podemos darle oportunidad a estas millones de familias de tener una vivienda adecuada y, además, que sea un negocio?
Ahí empezó todo y creó Échale, un emprendimiento social, cuyo propósito es impulsar el desarrollo comunitario sostenible a partir de la inclusión social en la construcción de vivienda e infraestructura comunitaria en el mundo.
Échale proporciona la tecnología para desarrollar un ecoblock de tierra compactada, que es más resistente que el block de concreto. Además, capacita y asesora a las comunidades en un modelo de construcción asistida, donde se les da un sueldo por la producción del block y se les enseñan finanzas personales para que logren ahorrar para pagar sus vivienda.
Hasta el momento, han construido 250,000 casas en 28 diferentes estados, beneficiando a 10 millones de personas.
“Enamórate del problema, no de la solución, porque con el tiempo, con la tecnología, las soluciones van a cambiar. Lo que tenemos que hacer es algo que nos cause cierto escozor aquí en el corazón, que es donde tenemos que tomar la decisión”, dice Francesco.
La prueba de fuego
Dado que, como dice Francesco, el problema de la falta de vivienda existe para millones de familias en todo el mundo, él quiere replicar su modelo exitoso fuera de México para beneficiar a más personas.
Para lograr replicar su modelo en otros países Francesco sabe que tiene que hacerlo a través de alianzas. Solo no podría avanzar muy rápido.
Así lo ha hecho para crecer en México, a través de alianzas, pues invitan a sus proyectos comunitarios a otras empresas, como Biobolsa e Iluméxico, para que provean insumos que Échale no tiene, como agua potable, energías limpias, saneamiento de ríos, saneamiento de las barrancas y bosques. “Los invitamos a que se sumen con su proyecto para que esta comunidad se vuelva una comunidad sostenible, resiliente y que actúe por sí sola, que no tenga que estar dependiendo de nadie”, dice Francesco.
En su camino fuera de México ya han llegado a la costa africana, a Uganda, y tienen un proyecto en una comunidad que se llama Kampala, ambos también a través de alianzas.
Respecto a las alianzas, Juan Carlos Bilbao, consejero directivo de Sistema B, dice que ayuda mucho el intercambio de mejores prácticas y aprovechar el ecosistema de Empresas B, donde existen abogados, inversionistas y otras empresas enfocadas en vivienda que podrían trabajar de la mano con Échale.
Para Juan Carlos, las Empresas B, como Échale, buscan cambiar un paradigma en el mundo de los negocios: “No buscamos ser las mejores empresas del mundo, sino para el mundo.”
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